Sin embargo se retractaron de esa decisión, ante la presión ejercida por la sociedad civil
La presidenta de la asociación Luz y Esperanza, Rosa Maria Salazar Rivera, dio a conocer que el Gobierno Federal quiso dejar sin recursos a alrededor de 80 refugios para mujeres víctimas de violencia que existen en el país, sin embargo, se retractó de esta decisión al ver el apoyo que prestan dichas instituciones para evitar la comisión del delito de feminicidio.
La encargada dijo que cuando se dio a conocer la posibilidad de que se retirara el presupuesto a los refugios, la unión sin precedente de esas agrupaciones y el llamado que se hizo desde la sociedad civil para evitar esto último, hicieron posible que se mantuviera el envío de recursos, que alcanzan un monto anual cercano a los 420 millones de pesos.
Dijo que para la asociación Luz y Esperanza, de ese presupuesto le corresponden 5 o 6 millones de pesos, que se aplican en labores de atención integral a las mujeres víctimas de violencia.
«En el Gobierno Federal tienen un presupuesto asignado para programas de refugios. Aunque quisieron desaparecer el recurso, la unión de los refugios a nivel nacional y de quienes trabajamos en la sociedad civil, estuvimos insistiendo en la necesidad que existan los refugios, porque son instancias que previenen los feminicidios, y gracias a este trabajo que hemos hecho el presupuesto se mantiene», expuso Salazar Rivera.
Indicó que, al momento, la institución trabaja en la elaboración del proyecto de presupuesto que se enviará al Gobierno Federal para este año, el cual se enviará a más tardar la próxima semana, se envía, y se espera que a mediados de febrero se dé respuesta a la solicitud.
«Estamos esperando un monto de aproximadamente 5 o 6 millones de pesos. Se invierte en la atención a las mujeres, alimentación, hospedaje, en atención integral. En el refugio tenemos una capacidad para atender a siete familias de manera simultánea y en promedio en un año se atienden a más de cien personas. En este momento tenemos cuatro familias atendidas que pueden estar hasta tres meses y el año pasado llegamos a atender hasta ocho familias», agregó.