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Alejandra Flores lidera la protección ciudadana en Gómez Palacio

Alejandra Flores lidera la protección ciudadana en Gómez Palacio

A sus 34 años, Alejandra Flores Zamarripa cuenta con una amplia trayectoria laboral, incursionando en ámbitos que se creían solo para hombres.

«El miedo es el peor enemigo que podemos tener, siempre hay que enfrentar las adversidades», dice emocionada portando ahora un uniforme que la identifica como miembro activo de la Dirección de Protección Civil en Gómez Palacio.

Alejandra cuenta que su primera experiencia laboral fue en el taller de costura de su madre y desde entonces su aprendizaje no ha parado.

Al día de hoy, cuenta con certificaciones como: técnico en urgencias médicas, operador quinta rueda, operador de vehículos de emergencia y actualmente es la coordinadora operativa de Protección Civil de esta ciudad.

Y también es madre de familia de una adolescente de 15 años de edad, a quien asegura apoyará si desea o no seguir sus pasos.

Su energía y su pasión por su trabajo lo refleja en todo momento. Y es que recordar cómo adquirió toda esa experiencia en un mundo considerado hasta hace unos años como solo de hombres, la llena de emoción. Cuenta que fue a solicitud de su madre, al verla tan antisocial, que le pidió su sumara como voluntaria en la Cruz Roja Gómez Palacio, y lo hizo.

«Primero me tuve que capacitar, terminé el curso de técnico de urgencias y me presenté como voluntaria a bordo de ambulancias, prestando atención prehospitalaria», dice. Años más tarde, nació su pasión por los vehículos de emergencia.

«Pero en aquellos tiempos había mucho machismo y no me permitían manejar una unidad, (decían) que las mujeres no manejan, que si las mujeres no pueden manejar un vehículo normal menos una ambulancia, que no estaban hechas las mujeres para conducir ese tipo de vehículo», pero a ella no le importó.

Para prepararse y lograr su sueño, viajó a Playa del Carmen y posteriormente a Chetumal, en donde obtuvo su certificado como operador. En Gómez Palacio también se certificó tiempo después.

Aunque contaba con toda la preparación, tuvieron que pasar cinco años para que un comandante le diera la confianza de conducir una ambulancia.

«Tenía mucho miedo en mi primer servicio, fue con el comandante Fernando Rodríguez, quien a escondidas me enseñó a manejar», recuerda aún con emoción.

Aunque abrió las puertas para sus compañeras, nadie pidió ser operadora.

Una década después, Alejandra buscó un nuevo reto: ser operadora de camión 5ta rueda o tráiler. En este ambiente, fue bien recibida por sus compañeros, incluso la empresa con la que trabajaba le dio la oportunidad de viajar hasta Belice, viaje que tardó una semana de ida y vuelta. Como tal, trabajó dos años y medio, pero se mantenía como voluntaria en Cruz Roja de una forma un poco irregular.

Tiempo después despertó una vieja pasión, ser bombero. Aunque durante varias administraciones municipales pidió la oportunidad, se le negó hasta la actual administración, en la que se les dio a ella y cinco mujeres más, la oportunidad de formar parte del equipo de los Apagafuegos.

También se desempeñó poco más de un año en el puesto y debido a su experiencia y habilidades, fue nombrada coordinadora en dirección de Protección Civil.

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