Cuando tenía siete años aprendió la lengua de señas mexicanas, además de que a muy temprana edad sus padres la enviaron a terapia psicológica, con el fin de apoyarla
Ingrid Ramos Ramírez es una joven de 22 años que nació con sordera profunda en una familia de oyentes y que en la actualidad cursa el octavo semestre de la carrera de Ingeniería en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs), en el Tecnológico Nacional de México (TecNM), campus Iztapalapa II.
En su paso por la educación preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, siempre lo más complicado, recuerda, fue contar con una intérprete de lengua de señas mexicanas para poder comunicarse con los demás.
En esta ocasión, justo a través de una intérprete, nos relata que cuando tenía siete años aprendió la lengua de señas mexicanas, además de que a muy temprana edad sus padres la enviaron a terapia psicológica, con el fin de apoyarla para que pudiera alcanzar su pleno desarrollo.
Cuando Ingrid creció el futuro le sonrió ya que llegó a un centro de estudios profesionales que porta con mucho orgullo el distintivo de “Escuela Incluyente”.
El TecNM Campus Iztapalapa II, a decir de su propio director, Hugo Ernesto Cuéllar Carreón, es la primera y única institución de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que ofrece a la comunidad sorda seguir estudiando, pero no con un plan de estudios especial o un carrera especial.
El joven sordo ingresa a un grupo mixto, no es un grupo especial, no es una carrera especial, no es un plan de estudios especial, estamos hablando de inclusión, porque un joven sordo convive con un joven oyente en una misma modalidad educativa”, explicó.
El ingeniero en Electrónica con Maestría en Administración en Alta Dirección, detalló que actualmente tiene una matrícula de 40 estudiantes sordos entre hombres y mujeres, así como 15 egresados trabajando para el gobierno y la iniciativa privada.
Quiero comentarte que el sistema de Internet gratuito de la Ciudad de México es dirigido por un egresado de nosotros”, celebró.
La oportunidad que ahora tienen Ingrid y sus compañeros es fruto de un trabajo que lleva 11 años y que hoy les permite estudiar una carrera de vanguardia que aporta soluciones innovadoras y disruptivas para la vida.
El director del TecNM campus Iztapalapa II, destacó que debido al rezago, el rechazo y la deserción, en México, sólo el .002 por ciento de los jóvenes sordos llegan hasta el nivel profesional.
Los jóvenes sordos tienen una capacidad de aprendizaje superior a los oyentes porque la destreza de aprender la lengua de señas, les despierta ambos lados del cerebro; la vida te da unas cosas y te limita en otras”, indicó.
Ingrid acude a clases con compañeros oyentes, en un grupo mixto, donde la palabra clave es la inclusión. La única diferencia con otros salones de clases es el intérprete de lengua de señas mexicanas, que es el puente de comunicación entre los alumnos y los profesores.
El hecho de que la comunidad de sordos no cuente con un diccionario de lengua de señas dirigido a la Ingeniería en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, nos impulsa a ponernos a estudiar todos los días para poder pasar la información de la manera más fidedigna y fiel al alumno sordo”, comentó Birna López Quiroz, coordinadora del grupo de intérpretes de lengua de señas mexicanas del TecNM campus Iztapalapa II.
Por su parte, el profesor de Programación, Enrique Cañeda Guzmán, manifestó que los docentes asumen el compromiso con responsabilidad para atender grupos con alumnos oyentes y sordos, en materias de ingeniería que ya de por sí son complicadas.
Yo vengo con un porcentaje de enseñanza y ellos lo completan con la retroalimentación, siempre en un círculo virtuoso docente-intérprete-alumno, para que podamos tener un buen aprendizaje”, resaltó.
Como parte de su preparación, Ingrid Ramos Ramírez trabaja con su equipo en el desarrollo de una aplicación para teléfonos inteligentes que servirá como intérprete virtual en tiempo real y convertirá la lengua de señas mexicanas en lenguaje oral y viceversa.
Es decir, para que una frase se convierta automáticamente en lengua de señas, y así romper las barreras de comunicación entre los oyentes y los mudos.
El objetivo es que por medio de nuestra aplicación tanto sordos como oyentes podamos comunicarnos sin la necesidad de que una persona haga la labor de interpretar”, expresó la joven.
