Las cárceles municipales fueron concebidos para que los infractores de los reglamentos locales y de policía cumplieran un arresto administrativo, sin embargo, al menos en Oaxaca, son históricamente los principales centros de violaciones a los derechos humanos, donde en los últimos siete años 16 personas arrestadas murieron dentro de estas instalaciones, sostuvo Bernardo Rodríguez Alamilla, defensor de Derecho Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Expuso que los también conocidos como separos, en algunos municipios oaxaqueños son la forma más tangible para castigar, de ahí que autoridades las usen de manera regular para exhibir desde deudores, alcohólicos, creyentes evangélicos reacios a participar en la verbena popular, mujeres insumisas, homosexuales, mujeres transgénero, niños y niñas, hasta animales de traspatio y compañía.
El caso más reciente ocurrió el 19 de agosto con la muerte de Abigail H., dentro de los separos de la Comisaría de la Policía Municipal de Salina Cruz, en la región del Istmo; la Fiscalía únicamente consiguió vincular a proceso a dos personas: el juez de paz (cívico) y el comandante de la Policía , pero a ningún uniformado.
En un primer momento, se dijo que la detenida se había suicidado con su ropa interior, sin embargo, tras la investigación y tres autopsias se encontró que murió por asfixia por ahorcamiento.
Al paso de los días, la familia de la víctima develó un video captado por una cámara al interior de los separos, el día 19 de agosto, tras el arresto de la mujer de 30 años. En la imagen, Abigail, aún con vida, es sometida por dos elementos femeninos. Al parecer, una le propina una bofetada, mientras otra observa.
Las policías están identificadas con los nombres de Roxana y Yahaira, así como Abelina y Nayeli.
En el mismo contexto, exhibieron el acta de defunción de su hija misma que refiere que esta murió en vía pública, no en los separos de la corporación policiaca local.
