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Obesidad, enfermedad que debe dejar de ser estigmatizada y discriminizada

La obesidad es una enfermedad crónica, compleja, multicausal y progresiva, que además este proceso inflamatorio que viven las personas que padecen esta condición, lo cual ocasiona un incremento importante de la grasa en el cuerpo, y este tejido adiposo a su vez, produce hormonas también inflamatorias, las cuales empiezan a tener un efecto a nivel sistémico que llevan a la resistencia a la insulina y una cascada de enfermedades metabólicas.

Así lo explicó el doctor Fernando Pérez Galaz, cirujano gastrobariatra y Cofundador de la organización civil Obesidades, quien enfatizó la enorme necesidad de dejar de estigmatizar a las personas que viven con obesidad, quienes además de esta enfermedad, viven situaciones de discriminación que afecta de manera considerable su salud mental.

La obesidad es una condición, estableció, que se va construyendo a lo largo de la vida, no es algo que se va a solucionar con dejar de comer o una simple dieta, o sólo hacer ejercicio, sino que influyen diversos factores, “no es sólo un tema de come menos y muévete más”, o “vivir eternamente a dieta”.

Durante su participación en la conferencia ““Obesidad y Salud Mental”, organizada por Novo Nordisk, el doctor Pérez Galaz, resaltó que una adecuada nutrición “no es vivir a dieta, porque si lo vemos así, de inmediato las personas piensan en restricción y temporalidad, es decir: qué me quitas y durante cuánto tiempo”, y el problema va más allá que eso, con un tratamiento multidisciplinario: alimentación, activación física con algún ejercicio divertido que nos permita romper el sedentarismo, y que fue uno de los graves problemas que detonó la pandemia de COVID-19: angustia y sedentarismo, entre muchos otros.

Diversos factores son los que propician la obesidad

Además, hay que atender factores conductuales, medioambientales, genéticos y metabólicos, para atender esta problemática del exceso anormal de grasa corporal que afecta negativamente a la salud física y mental de las personas.

El especialista aclaró que la obesidad sigue siendo una de las enfermedades con mayor subdiagnóstico en el país, ya que en un estudio se encontró que del 100% de pacientes con obesidad consultados, solo el 71% discutieron con su médico el tema de la obesidad, pero únicamente el 55% de estas personas fueron diagnosticados con obesidad y la cifra de atención continúa disminuyendo si se toma en cuenta que sólo el 24% de estos pacientes tuvo una consulta de seguimiento para el manejo de esta condición.

El también director de gastrobariátrica, en el Hospital ABC en Santa Fe, aclaró que las personas con peso normal tienen casi el 80% de probabilidad de llegar a los 70 años; para quienes tienen sobrepeso la probabilidad de llegar a los 70 años se reduce al 60% y para quienes viven con obesidad esta probabilidad es de sólo el 50 por ciento.

Pese a todos los esfuerzos que se han hecho a nivel nacional para contener estas cifras de sobrepeso y obesidad, lo cierto es que el problema continúa en aumento año con año en personas mayores de 20 años, lo preocupante es que con este aumento en la tendencia, también se incrementa el riesgo de desarrollar obesidad complicaciones asociadas a esta enfermedad, como la diabetes padecimiento con el que en la actualidad viven 13.4 millones de personas, y al menos una mitad adicional de este total viven con esta condición y aún no han sido diagnosticadas.

Asimismo, indicó que esta enfermedad, es de origen genético con más de 400 lugares causas biológicas entre ellas el metabolismo no es exclusivamente una enfermedad derivada por la conducta alimentaria sino que hay otras causas que van sumando influyen también factores psicológicos o factores externos como el ambiente obesogénico en el que vivimos y refirió el alto consumo de 165 litros de refresco per cápita al año, “que nos coloca en uno de los países de mayor consumo de refrescos y bebidas azucaradas en el mundo”.

Debido a la complejidad de la obesidad como son las complicaciones del hígado graso, que este a su vez perpetúa la obesidad, el control del impulso del hambre que esta relacionada con el cerebro, la predisposición a desarrollar diversos tipos de cáncer, complicaciones osteomusculares, lo más recomendable es acudir con el especialista para iniciar un tratamiento multidisciplinario, incluida atención psicológica, por el enorme impacto que muchas veces esta condición ocasiona en los pacientes como baja autoestima, comer por atracón, rechazo social, familiar o laboral, que deben ser atendidas.

En este mismo sentido, la psicóloga Erika Backoff, quien además es educadora en diabetes y está certificada en terapia cognitivo-conductual enfatizó que “el bienestar de las personas no solo es en el aspecto físico, sino en la parte emocional y social, así espiritual “ya que el bienestar de la persona es un estado en el que las relaciones sociales y familiares proporcionan tranquilidad, y no es suficiente con el bienestar físico, sino que se necesitan conjugar todas estas partes”.

Advirtió que las personas que viven con obesidad pueden sentir emociones como angustia, ira, disgusto, miedo y vergüenza, por lo cual, estos pacientes también deben atender la parte emocional, aseveró.

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