Mientras el dictamen que reduce la estructura del INE fue aprobado, diputados de Morena analizarán las facultades del TEPJF, al considerar que se excede en sus fallos
En una sesión de siete horas marcada por gritos, burlas, groserías y mantas, el pleno del Senado consumó el plan B de la reforma electoral.
El dictamen, aprobado gracias a Morena, PVEM, PT y PES, fue enviado al Ejecutivo para su entrada en vigor, con lo cual se activarán los plazos legales para impugnarlo, pero también para reducir al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Como Excélsior adelantó el lunes, la vida eterna a los partidos chicos quedó fuera.
El debate tocó desde la culpabilidad de Genaro García Luna hasta el mitin del próximo domingo en defensa de la democracia. La morenista Rocío Abreu amagó a Lilly Téllez con que saldrá un video íntimo de ella, luego de que ésta le recriminó recibir bolsas de billetes.
Por separado, Ignacio Mier, líder de los diputados de Morena, adelantó que se revisarán las facultades del TEPJF para buscar reformarlas, pues “fueron invadiendo más allá de las atribuciones que les establece la ley y la Constitución”.
SENADORES AVALAN EL PLAN B ELECTORAL
Después de siete horas de un debate con gritos, despliegue de mantas gigantes, burlas, amenazas de difundir un video íntimo y groserías expresadas en tribuna y en los escaños, el pleno del Senado consumó el plan B electoral y lo envió al Ejecutivo federal para su entrada en vigor, con lo cual se activarán los plazos legales para impugnarla y para la reducción de la estructura del INE y el TEPJF.
Con 72 votos en favor, de Morena, PVEM, PT y PES, frente a 50 votos en contra del bloque formado por PAN, PRI, MC, PRD y Grupo Plural, el pleno del Senado rechazó el cambio hecho por la Cámara de Diputados al artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, porque incurrió en una violación constitucional, referente a la llamada vida eterna de los partidos políticos.
Y con 70 votos en favor y 50 en contra, el pleno del Senado aprobó el acuerdo para sacar del paquete de reformas el artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y enviar el resto de la reforma al Ejecutivo federal; es decir, dejar fuera la transferencia de votos entre partidos políticos y con lo cual concluyó el proceso legislativo de la reforma laboral, denominada coloquialmente como plan B.