Las fuerzas del ejército israelí ataron a un palestino herido al cofre de un jeep militar durante una redada ocurrida el sábado en la ciudad ocupada de Yenín, en Cisjordania, generando una nueva polémica sobre la brutalidad de las tropas judías contra el pueblo palestino.

El video que circula en las redes sociales mostraba a uno de los vecinos de la ciudad, el palestino Mujahed Azmi, malherido y exhibido por las calles de la localidad mientras estaba atado al cofre del vehículo, que pasaba precisamente entre dos ambulancias.

El ejército israelí afirmó en un comunicado que las fuerzas israelíes fueron atacadas e intercambiaron disparos. Como resultado, hirieron a un sospechoso y lo detuvieron. Después, los soldados violaron el protocolo militar, según el comunicado.

“El sospechoso fue detenido por el ejército y le ataron en el vehículo”, confirmó. “La conducta de las fuerzas en el vídeo no se ajusta a los valores” del ejército israelí, que investigará el incidente. El ejército asegura que el individuo fue trasladado a un equipo de médicos para recibir tratamiento.

Según la familia de Azmi, el sábado las fuerzas israelíes realizaron una redada para detener a varias personas, y él resultó herido durante la operación. Cuando la familia pidió una ambulancia, el ejército cogió a Mujahed, lo ató al cofre y se fue.

Negaron el socorro de las ambulancias

Horas antes de que el ejército se pronunciara sobre el incidente, el servicio de ambulancias la Media Luna Roja Palestina había denunciado en X que Israel no solo no les había permitido brindar primeros auxilios a la víctima, sino que se lo llevaron detenido sobre el cofre de su vehículo, antes de permitirles hacer su trabajo.

Es habitual que las tropas israelíes, o la Policía de Frontera, no permitan a las ambulancias socorrer a palestinos heridos durante incursiones militares, que suelen ser letales —al estallar enfrentamientos con milicianos de facciones armadas— y que se han incrementado desde el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre.

320 cisjordanos asesinados desde el 7-O

Desde esa fecha, y hasta el 31 de diciembre de 2023, más de 320 palestinos perdieron la vida por fuego israelí, y una minoría a manos de colonos que habitan en Cisjordania, lo que hizo del año 2023 el más mortífero en dos décadas, con más de 520 muertos.

En lo que va de 2024, al menos 222 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 44 niños, según el recuento de Efe. En Israel han muerto 14 personas, en su mayoría uniformados y seis civiles en ataques palestinos.

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