Asentada en el suroriente de Ciudad Juárez, en una de las zonas con mayor densidad poblacional y altos índices de violencia, la Secundaria Técnica 80 se convirtió en 5 años en un laboratorio académico y social, donde los adolescentes no solo estudian sino tienen la opción de dejar las calles, incluso encontrar un propósito de vida.
Trabajar con cada alumno es la premisa del maestro y director del plantel, José Luis Villa Vega, quien explica que el enfoque no es el plan de estudios sino las personas.
En el lustro a cargo de esta escuela, se ha dedicado a conocer a los alumnos dentro de su contexto social y en usar esa realidad para la enseñanza pedagógica, así lo aplica con más de mil 500 estudiantes y se apoya en un equipo de casi 50 maestros, a quienes ha impulsado para ver al alumno y no el salón de clases, lo cual es un reto en las escuelas públicas con grupos grandes.
“Con uno que se rescate o con uno que se inspire, todo valió la pena”, subraya el profesor cuya política escolar es que no hay expulsiones, sino el rescate de jóvenes de las calles y evitar que caigan en actividades delictivas o se estanquen en la pobreza de oportunidades.
Por ello, Villa y sus maestros crearon una estrategia contra las adicciones que abordan en la clase de Formación Cívica y Ética a través del planteamiento de una problemática social que los alumnos abordan en un trabajo de investigación de campo y ellos mismos crean contenidos preventivos para difundirlos en redes sociales.

Temas que también se abordan en la materia de Español, al encargar a los estudiantes ensayos que ya no harán en papel sino en la computadora porque el uso de la tecnología es fundamental para el joven director de 35 años, que de 2020 a la fecha incrementó el promedio de aprendizaje de 8.1 a 8.8 puntos.
Sin embargo, las cifras no son lo importante para el director, eso es solo un parámetro de cómo van; lo esencial es cambiar vidas y conformar un ecosistema de involucramiento entre maestros, alumnos y padres de familia, así creó una plataforma digital en la que se comparten asistencias, calificaciones y rendimiento.
Plataforma que es única en el subsistema estatal con la capacidad para diseñar experiencias de aprendizaje donde los estudiantes están en el centro del proceso para desarrollar proyectos de innovación, emprendimiento, trabajo comunitario y la investigación. Nada casual, ya que la formación de José Luis Villa es de Ingeniería Industrial y Sistemas.
¿Cómo acabó impartiendo clases cuando esa profesión le hubiera garantizado los mejores sueldos en la industria maquiladora, casi una vocación natural en esta frontera? Él lo atribuye a su ADN, pues mientras trabajaba en una planta industrial, en 2012 le ofrecieron suplir a un maestro en la Técnica 80, bastó que se parara frente a un grupo para sentir que eso era lo suyo, como sus padres quienes dedicaron sus vidas a la docencia.
Así que al terminar esa suplencia, estudió una maestría en Matemática Educativa en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde a su vez impartió las materias de Ingeniería y Tecnología, al tiempo que siguió dando clases de matemáticas en la Secundaria Técnica 91 y su curso quedó en primer lugar, por lo cual le dieron su plaza base.
Con esa clase permaneció en ese plantel y en laTécnica 94 hasta 2018, donde cada vez le daban más horas, periodo en el que también se certificó como evaluador a partir de la reforma educativa en el servicio profesional docente y asistía a las convocatorias en la Ciudad de México para evaluar a maestros de todo el país y elaborar los exámenes de ingreso y promoción.
Con el conocimiento de las entrañas del sistema educativo, José Luis Villa fue asignado en 2018 en la dirección de la Secundaria Técnica 12 de Moris, en uno de los lugares más recónditos de la Sierra Tarahumara, en la frontera chihuahuense con Sonora.
Esa experiencia aunque solo duró un año le dejó una profunda huella por la convivencia con las comunidades indígenas, niños que a diario recorren de 3 a 4 horas para llegar a la escuela, donde no hay pupitres sino una sola mesa para todos o escriben sobre el piso y los maestros son gestores de las familias ante los gobiernos, ponen vacunas y hasta cocinan para que no estudien con el estómago vacío.
Para Villa Vega fue una enseñanza del poder de la comunidad. De ahí lo enviaron 2 años a dirigir la Técnica 19 en el Valle de San Buenaventura, del municipio de Ignacio Zaragoza, “donde un profe mueve a todo un pueblo”, rememora.
En el año de la pandemia por el Covid-19, en 2020 regresó a la Técnica 80 de Juárez para tomar las riendas de la dirección, a la par ingresó como catedrático de la Escuela Normal Superior José Medrano en la maestría de Educación, de 2023 a 2024 fue docente en el Centro Universitario de Juárez en la licenciatura en Educación y actualmente es colaborador de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm) en la elaboración de reactivos de exámenes nacionales de ingreso al servicio de educación básica.